Santos, M. A.
(2006). La escuela que aprende (pp. 23-49). Madrid: Morata.
Diferentes a cualquier otra institución. (Pag: 34)
ENSEÑAR
O EL OFICIO DE APRENDER
* Los ciudadanos que piensan,
que se comprometen y que actúan contribuirán a
construir una escuela mejor para una sociedad más justa. (Pag: 22)
Los profesionales que en ella
trabajan forman parte de una cultura que constituye un entramado de
creencias expectativas normas y comportamiento (pag: 23)
* La educación añade
a la mera socialización ayudarles a que se incorporen a la cultura en la que
viven (pag: 32)
* La institución escolar
genera un cúmulo de interacciones que están reguladas por una normativa
explicita y por unos condicionantes implícitos que nacen de
su configuración social, es decir de su cultura (pag: 35)
* No solo los alumnos. También los profesores aprenden mientras desarrollan su práctica en la institución (pag: 41)
* No solo los alumnos. También los profesores aprenden mientras desarrollan su práctica en la institución (pag: 41)
Existe una coordinación (descoordinación)
extramuros que facilita o dificulta el enlace de las pretensiones de una
escuela con las de otra escuela del sistema educativo. (pág. 40)
La comunidad tiene autonomía para planificar y
llevar a la práctica su proyecto. Si esa comunidad no es más que la ejecutora
de lo que otros establecen, se convierte en un instrumento mecanizado de
repetición. (pág. 48)
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