viernes, 31 de mayo de 2013

ACTIVIDAD 6 .REPORTE DE LECTURA ZABALA

TEXTO ZABALA(2005). LA FUNCIÓN SOCIAL DE LA ENSEÑANZA Y CONCEPCIÓN SOBRE PROCESOS  DE APRENDIZAJE EN LA PRÁCTICA EDUCATIVA .COMO ENSEÑAR (PP.25-35)BARCELONA:GRAO

Podríamos considerar que más allá de las grandes declaraciones de principios, la función fundamental que la sociedad ha atribuido a la educación ha sido la de seleccionar a los
mejores en relación con su capacidad para seguir una carrera universitaria o para obtener cualquier otro título de prestigio reconocido.(p.p.25)

unos aprendizajes determinados por encima de otros ha sido la potencialidad que se les atribuye para alcanzar unos objetivos propedéuticos, es decir, determinados por su valor a largo plazo y respecto a una capacitación profesional, infravalorando, de este modo, el valor formativo de los procesos que los chicos y las chicas siguen a lo largo
que la escolarización.(p.p.25)

Un modo de determinar los objetivos o finalidades de la educación consiste en hacerla en relación con las capacidades que se pretende desarrollar en los alumnos.(p.p.25)

El papel asignado hasta ahora a la enseñanza ha priorizado las capacidades cognitivas, pero no todas, sino aquéllas que se han considerado más relevantes y que, como sabemos, corresponden al aprendizaje de las asignaturas o materias tradicionales.(p.p.26)

Educar quiere decir formar ciudadanos y ciudadanas, los cuales no están parcelados en compartimentos estancos, en capacidades aisladas.(p.p.26)

ego y de convivencia inciden en todas las capacidades de la persona .Nosotros, los enseñantes, podemos desarrollar la actividad profesional sin planteamos el sentido profundo de las experiencias que proponemos, y podemos dejamos llevar por la inercia o la tradición. O bien podemos intentar comprender la influencia que estas experiencias tienen e intervenir para que sean lo más beneficiosas posible para el desarrollo y la maduración de los chicos y las chicas.(p.p.26)

Las razones que han de justificar la respuesta a la pregunta de cuáles serán las necesidades de todo tipo que tendrán nuestros alumnos cuando sean adultos, o sea, en pleno siglo XXI, la valoración de las capacidades que habrá que potenciar para que puedan superar los problemas y las trabas que surgirán en todos los campos (personal, social y profesional), no sólo están supeditadas a un análisis prospectivo, sino sobre todo a la consideración del papel que deberán tener en la sociedad como miembros activos y copartícipes en su configuración. (p.p.27)

La manera de organizar el aula, el tipo de incentivos, las expectativas que depositamos, los materiales que utilizamos, cada una de estas decisiones vehicula unas experiencias educativas determinadas, y es posible que no siempre estén en consonancia con el pensamiento
que tenemos respecto al sentido y el papel que hoy en día tiene la educación.(p.p.27)


Es imposible valorar qué sucede en el aula si no conocemos el sentido último de lo que allí se hace. Pero, al mismo tiempo, las intenciones educativas son tan globales y generales que difícilmente pueden ser instrumentos de actuación práctica en el ámbito tan concreto del aula.(p.p.27)




La cuestión que se plantea ahora consiste en saber si aquellos contenidos que se trabajan realmente se aprenden. Aquí es donde debemos situar el otro referente de análisis: la concepción del aprendizaje.(p.p.31)
Sin duda, es difícil conocer los diferentes grados de conocimiento de cada chico y chica, ajustar el reto que necesitan, saber qué ayuda  requieren y fijar la valoración apropiada para cada uno de ellos a fin de que se sientan animados a esforzarse en su trabajo.(p.p.34)

los modelos de enseñanza han de ser capaces de atender a la diversidad del alumnado, existe una serie de principios pedagógicos en tomo a la concepción constructiva del aprendizaje suficientemente contrastados de forma empírica que, como veremos, son determinantes en el establecimiento de pautas y criterios para el análisis de la práctica y la intervención pedagógica.            (p.p.35)




Ahora bien, para que este proceso se desencadene, no basta con que los alumnos se encuentren ante contenidos para aprender; es necesario que ante éstos puedan actualizar sus esquemas de conocimiento, contrastarlos con lo que es nuevo, identificar similitudes y discrepancias e integrarlas en sus esquemas, comprobar que el resultado tiene cierta coherencia (p.p.35)

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